José Carlos Mariátegui

“No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-americano. He aquí una misión digna de una generación nueva"

23.4.12

Declaración de la Agrupación José Carlos Mariátegui sobre la recuperación del control de YPF S.A. por parte del Estado Argentino







Camino de lucha y eco en las altas esferas


Toda lucha reivindicativa se inicia con grandes esperanzas, así como también con una cuota de precaución, teniendo en cuenta que el desencuentro entre deseos y realidad es posible y no debe llevarnos a claudicar ante el primer obstáculo. Las acciones reivindicativas muchas veces nos superan, siendo nosotros tan solo una fervorosa pero limitada cuota de lucha.

La recuperación del control de la empresa hidrocarburífera Yacimientos Petrolíferos Fiscales (ex Sociedad del Estado, convertida en Sociedad Anónima en 1992, y vendida a la compañía española Repsol en 1999) por parte del Estado nacional es otro ejemplo de lucha popular extendida en el tiempo. Sin duda que celebramos tamaña decisión emprendida por el gobierno de Cristina Fernández, que se inscribe en el arduo y pedregoso camino de la búsqueda de la independencia económica bosquejado por Hipólito Yrigoyen y en gran medida realizado por Juan Perón, pero no podemos dejar de apuntar que es producto de la lucha de gran parte de un pueblo que en la plena noche oscura del “fin de la ideologías” se opuso al saqueo de los recursos energéticos nacionales iniciado en los ‘90 y ya con mayor vigor en los últimos años situó nuevamente en la agenda política el problema.

Una decisión táctica en el marco de un proyecto estratégico


  Ahora bien, desde La Mariátegui no podemos más que celebrar un suceso tan importante como la expropiación que decidió realizar el gobierno de Cristina Fernández del 51% de las acciones de YPF S.A. que controlaba la empresa (privada y mayoritariamente) española Repsol. La medida habilita al Estado Argentino a tomar las riendas de una empresa clave dentro del área energética, y por ende del sistema productivo nacional. En efecto, si bien luchamos por el control total de los recursos hidrocarburíferos por parte del Estado Nacional con participación de las provincias, los trabajadores y los usuarios -y lo mismo pensamos con respecto a los recursos mineros-, no podemos dejar de señalar que la medida adoptada es apenas un punto de partida para poder ir en búsqueda del objetivo del control absoluto de las riendas económicas de nuestro país por parte de su propio pueblo. Si hoy podemos soñar con la meta del autoabastecimiento de petróleo y gas, cabe decir que lo hacemos desde una base más solida que hace apenas unos días atrás.




Ladran Sancho, señal que cabalgamos



La reacción se hizo notar a través de los lobbystas internacionales, de los medios reaccionarios locales y foráneos (véase el editorial recogido por Clarín del Wall Street Journal, el del Financial Timesbritánico levantado por La Nazión, o notas de opinión de un diario de derechas y reaccionario como elABC de España, por no nombrar a los clásicos locales de Clarín y La Nazión), de agentes retardatarios/retardados del neoliberalismo vernáculo como Mauricio Macri o Elisa Carrió y, paradojicamente, su versión más alfabetizada Marcelo Ramal, entre otros. Esto es una señal que solo puede ser entendida como la eterna resistencia de la alianza entre el imperialismo y sus apéndices dirigenciales ante una medida que apunta a romper las cadenas de la dependencia. De todos modos, creemos que no debemos quedarnos paralizados por el anuncio, sino redoblar los esfuerzos para hacer realidad aquel viejo slogan “Luche y Vuelve” resignificado por la búsqueda inclaudicable de la recuperación total del control de dos recursos energéticos clave como el petróleo y el gas del subsuelo argentino (y acá no podemos olvidarnos tampoco de un suelo añorado largamente como el de las Islas Malvinas). Y sí, celebramos, pero seguimos luchando por una YPF 100% nacional y popular, por eso formamos parte de la Campaña por la Recuperación del Petróleo y el Gas: “YPF Luche y Vuelve, 100% Nacional y 100% Pública”. Una YPF que vuelva a ser sociedad del estado, que recupere el rol histórico de motor del desarrollo de la industria nacional como soñó su fundador Enrique Mosconi.

  Por otro lado, notamos sin sorpresa cómo diversos mecanismos de lobby internacional se han activado ante la decisión soberana. Hemos recibido los apoyos inmediatos de gobiernos afines como los de Brasil, Uruguay y Venezuela, pero no faltaron las críticas por parte del gobierno de Colombia, cuyo presidente tuvo oportunidad para promocionar su país ante el delegado monárquico Mariano Rajoy con la muletilla “aquí no expropiamos”, deleitando su refinado paladar con las medias de su par español. Por otro lado, el gobierno de México realizó sus críticas como representante de los intereses de la empresa petrolera estatal mexicana PEMEX, perjudicada pues es propietaria de un 10% de Repsol. Estos personajes son los claros representantes de una estrategia vinculada a los centros de poder financiero internacional que buscan victimizar a Repsol luego de años de saqueo de nuestros recursos. En este sentido, la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, prometió trabajar junto a su par español para que se respete la legalidad internacional. Rajoy, representante de la fuerza política heredera del franquismo, lanza amenazas y críticas a nuestro país mientras su nación se derrumba bajo los golpes de la crisis económica y social, el ajuste, la movilización popular y la represión.

  Hay que decir que Repsol como empresa multinacional no es del todo española, de hecho su composición de capital es mayoritariamente extranjera. Multioceánica y trasnacional, Repsol es una corporación que evidencia los pálidos limites de la utopía liberal de la Globalización. Este discurso celebra una supuesta anulación de la dependencia generada por los capitales trasnacionales por parte de la feliz concurrencia de intereses económicos en una red financiera sin asiento regulada únicamente por la competencia. La metáfora de la globalización como una red financiera mundial que responde únicamente al mercado, pretende ocultar que existen casas matrices, centros de poder que se quedan con la parte del León, vaciando nuestros países e interponiendo toda clase de obstáculos a cualquier decisión contraria a sus intereses. De esta manera, el capital monopólico cambia su vestido pero continúa ejerciendo su rol extractor, condenando a nuestros países al subdesarrollo y legitimando su coacción con organismos internacionales que aparentan cuidar la higiene del comercio internacional y el respeto a la “legalidad internacional”. Esta legalidad, como decía el Martín Fierro,"...es telaraña/no la teme el hombre rico/ nunca la tema el que mande/ pues la rompe el bicho grande/ y sólo enreda a los chicos". Toda crítica que hacemos a la política energética hasta esta semana -y cuantas observaciones hagamos sobre aspectos que falten en la nueva política- no va en el sentido de mirarnos el ombligo como otros grupos esteriles y testimoniales, mientras el lobby de los grupos reaccionarios del poder internacional fustigan las decisiones tomadas en torno a nuestra YPF.

  El principal mérito de la decisión presidencial es que reestablece las condiciones del debate entre el pueblo y el estado acerca de una estrategia de desarrollo. Ningún debate será clausurado con la expropiación, sino todo lo contrario; depende de la organización popular y la profundización de las demandas democráticas que esta acción no se detenga en un simple arrebato fiscalista o propogandístico, sino que avance en un estímulo de la discusión sobre el modelo de gestión, el plan de acción a futuro y la situación de otras ramas estratégicas.

  Por todo lo dicho, no podemos menos que acompañar la medida anunciada. Bajo la conducción del estado, es la nación la que decide. Nos comprometemos con el debate que se inicia y nos sumamos a la larga lucha por la recuperación de nuestra soberanía energética, sustrato fundamental de la construcción de un proyecto de nación. Confiamos en la capacidad del movimiento de masas para ejercer la presión necesaria para orientar la economía política (que es más que la política económica) hacia el cumplimiento de las tareas de la liberación popular.





Agrupación La Mariátegui


“20 AÑOS de Alegre Subversión y Hostigamiento al Gorilismo”


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