Se lee: “Entró, se filtró, o lograron infectar con un virus ideológico la garantía elemental de seguridad. Impusieron la visión trotskoleninista de demoler las instituciones militares y la policía, como vengándose de los años setenta, cuando una minoría se alzó contra el Estado para imponer una revolución socialguevarista, ajena y aislada ante la inmensa mayoría, empezando por el mismo Perón, los sindicatos y los partidos tradicionales. Sin embargo, con persistencia gramsciana, los guerrilleros que rodean a los K -aunque ya estaban generosamente indemnizados por sus derrotas de los 70- lograron afirmar la tarea de demoler a las Fuerzas Armadas, lograr que los policías se sientan más amenazados e inhibidos en la tarea represiva que los delincuentes en su agresión y que la Justicia se ausente en este momento de crisis, sin reaccionar con urgencia ante la criminalidad reincidente y concediendo excarcelaciones a una gran cantidad de menores, incluso en casos de asesinato o uso de armas”.
Futuro Ministro de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sr. Abel Posse.
Las hijas de Abel, dos ninfómanas, lesvianas, pedofilas, nos dijeron que las frases de su padre son tergiversadas por los medios cooptados por el poder despótico del gobierno troskoleninistagevarista. Todo esto en una sesión de sadomasoquismo, donde también había enanos vestidos de Tarzán, que servían gin tonic con pastillas, y musicalizaban la movida con música de rock. De vez en cuando nos sacaban fotos -que no vamos a subir al blog-. Todo esto en la casa de Abel, mientras él leía a Pierre Drieu La Rochelle antes de dormirse. Pasa en las mejores familias, y en las de clase media también.
